Un tribunal de sentencia condenó a 20 años de prisión y una multa de 666 mil lempiras a diez hondureños, desglozados en cuatro civiles y seis policías, por tráfico de drogas, informó el Ministerio Público (MP) tras notificarse del fallo judicial.
Los agentes sentenciados son Óscar Rolando Casco Banegas, Henry Antonio Murillo Olivera, Rosell Obed Alfaro Joaquín, Erick Eusebio Sauceda Alonso, Kevin Ariel González Chávez y Adín Noel Morales Zelaya, quienes formaban parte de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI). Junto a ellos, los civiles Fanny Danelia Avilés Díaz, Luis Reynaldo López Guzmán, Cristhian Orlando Gutiérrez Montes y Jorge Francisco Hernández Roque también fueron condenados.
Las autoridades detuvieron a estas personas hace dos años en Tocoa, Colón, donde se les encontró en posesión de 50 kilos de cocaína. Adicionalmente, a Óscar Rolando Casco Banegas se le impusieron cinco años y cuatro meses de prisión por porte ilegal de arma de fuego de uso comercial.
Por este caso, cinco civiles ya habían sido condenados mediante procedimiento abreviado: Barnie Daren Norman Dilbert, Jorge Alejandro Melgar Durán, Ramón Darío Ramos García, Manuel Onofre Pineda Castro y Rafael Turcios Méndez.
Según los hechos probados, detectives de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) descubrieron a inicios de noviembre de 2021 que en una vivienda de la colonia San Isidro, en Tocoa, se almacenaba un cargamento de drogas. Durante el allanamiento, las autoridades encontraron 50 kilos de cocaína, 14 teléfonos móviles, cuatro pistolas, cinco cargadores, un fusil y cinco vehículos, deteniendo a los implicados.
El MP destacó que los policías presentes en el lugar no estaban uniformados, carecían de identificación, no tenían asignaciones en la zona o estaban fuera de su horario laboral. La investigación determinó que se trataba de un «quite» de drogas.
Los involucrados mantenían vínculos con la estructura criminal liderada por Misael Reyes Torres, condenado por narcotráfico, y con el expolicía Héctor Urbina Martínez, también sentenciado. Además, se estableció que la droga decomisada provenía de Colombia y tenía como destino final Guatemala.
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