Suman más de 2 mil muertos tras devastador terremoto en Myanmar

El pasado viernes 28 de marzo, Myanmar fue sacudido por un potente terremoto de magnitud 7.7 que dejó una estela de destrucción y dolor en el país y sus vecinos. Con epicentro cerca de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, el sismo se convirtió en uno de los más mortales en la historia moderna de Myanmar, superado únicamente por el terremoto de Bago en 1930.

Impacto devastador: cifras alarmantes

El número de muertos por el mayor terremoto de Myanmar en un siglo va a aumentar a más de 2.056 tras el final de un periodo crítico de rescate de 72 horas, con los esfuerzos de ayuda obstaculizados por la guerra civil en curso y el calor sofocante.

Más de 3.900 personas han resultado heridas y casi 270 siguen desaparecidas tras el seísmo de 7,7 grados de magnitud que sacudió la segunda ciudad de Myanmar, Mandalay, y las regiones vecinas poco antes de la una de la tarde del 28 de marzo, según el portavoz del Consejo de Administración del Estado, el general de división Zaw Min Tun. Los equipos de rescate locales e internacionales siguen realizando esfuerzos para salvar vidas, dijo.

El sismo y las posteriores réplicas devastaron franjas de un país asolado por la guerra civil y controlado por una junta militar desde 2021. Incluso antes del temblor, unos 19,9 millones de personas – o alrededor de un tercio de la población – necesitaban ayuda humanitaria, según Naciones Unidas. Myanmar declaró una semana de luto nacional a partir de este lunes.

La intensidad del terremoto alcanzó el nivel IX en la escala de Mercalli, catalogado como violento. Este fenómeno derrumbó edificios, puentes y otras infraestructuras esenciales, dejando a miles atrapados bajo los escombros. En Mandalay, se estima que el 80% de las construcciones colapsaron.

Dificultades en las labores de rescate

Los equipos de rescate enfrentan enormes desafíos debido a la falta de maquinaria pesada y recursos adecuados. La infraestructura dañada y las altas temperaturas diarias, que superan los 40°C, complican aún más las operaciones. En Bangkok, Tailandia, un edificio en construcción colapsó parcialmente, aumentando las cifras de víctimas.

La situación se agrava por la crisis política y humanitaria preexistente en Myanmar. Las comunicaciones son limitadas y muchas áreas rurales permanecen incomunicadas, dificultando la evaluación completa del desastre.

Respuesta internacional y ayuda humanitaria

Países vecinos como China, India y Singapur han enviado equipos especializados y suministros esenciales para apoyar las labores de rescate. Organizaciones internacionales como Oxfam también han activado mecanismos de emergencia para brindar asistencia a las comunidades afectadas.

El terremoto no solo ha dejado una crisis inmediata sino que ha profundizado los problemas estructurales del país. Antes del desastre, alrededor de 19.9 millones de personas ya necesitaban ayuda humanitaria debido a conflictos internos y desplazamientos masivos.

Perspectivas futuras

Mientras los esfuerzos por salvar vidas continúan, la reconstrucción será un desafío monumental para Myanmar. La comunidad internacional ha sido instada a actuar con rapidez para apoyar al país en este momento crítico.

El terremoto del 28 de marzo será recordado como uno de los eventos más devastadores en la región del sudeste asiático, marcando un antes y un después para millones de personas que ahora enfrentan una lucha por sobrevivir y reconstruir sus vidas.

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