La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves 22 de mayo de 2025 un nuevo impuesto del 3.5% a las remesas enviadas por extranjeros, como parte del megaproyecto de ley fiscal impulsado por el presidente Donald Trump. Aunque la propuesta original contemplaba un gravamen del 5%, tras intensas negociaciones y presión internacional, la tasa fue reducida antes de pasar al Senado para su discusión final.
De ser ratificado por el Senado, el impuesto comenzaría a aplicarse en 2026, afectando directamente a millones de familias en América Latina y el Caribe, especialmente en México, principal receptor de remesas con cerca de 65 mil millones de dólares recibidos en 2024.
El nuevo impuesto a las remesas no solo está dirigido a migrantes indocumentados. Según la legislación propuesta, el gravamen del 3.5% (originalmente 5%) aplicará a todas las personas que no sean ciudadanos estadounidenses, es decir, afectará tanto a migrantes indocumentados como a quienes tienen visas temporales, residencia permanente (Green Card) o están amparados bajo programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS)
Impacto económico en las familias que dependen de remesas
El nuevo gravamen representa un golpe directo al bolsillo de los migrantes y sus familias. Por ejemplo, si una familia recibe una remesa promedio de 375 dólares, perdería aproximadamente 13.13 dólares por cada envío debido al impuesto del 3.5%. Esta medida podría traducirse en una reducción mensual de hasta 182 millones de dólares en el ingreso de los hogares mexicanos, lo que afectaría la capacidad de cubrir necesidades básicas como alimentos, medicamentos, educación y vivienda.
En municipios con alta recepción de remesas, estos recursos representan hasta el 40% del gasto corriente familiar, por lo que el impacto sería especialmente severo en zonas vulnerables.
Impacto del impuesto a las remesas en Honduras
Honduras recibió en el primer trimestre de 2025 un total de 2,625.6 millones de dólares en remesas, lo que representa un crecimiento del 25% respecto al mismo periodo de 2024, según el Banco Central de Honduras (BCH). Más del 85% de estas remesas provienen de Estados Unidos, donde residen aproximadamente un millón de hondureños, la mayoría en situación irregular.
¿Cómo afectaría el impuesto del 3.5% a las remesas en Honduras?
Si se aplica un impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos, el impacto económico para Honduras sería significativo:
- Sobre los 2,625.6 millones de dólares recibidos en tres meses, el impuesto podría reducir el ingreso neto en aproximadamente 91.9 millones de dólares solo en ese trimestre.
- Proyectando al año completo, considerando que en 2024 Honduras recibió cerca de 9,743 millones de dólares en remesas, la pérdida anual podría superar los 340 millones de dólares para las familias receptoras.
Consecuencias sociales y económicas
- Las remesas representan cerca del 25% del PIB hondureño y son la principal fuente de divisas del país, superando ingresos por exportaciones tradicionales como café y productos de maquila.
- El dinero enviado se destina mayoritariamente a cubrir gastos básicos como alimentación, salud y educación, por lo que la reducción en el monto neto afectaría directamente la calidad de vida de miles de familias hondureñas.
- Dado que la mayoría de los remitentes son migrantes en Estados Unidos, muchos en situación irregular, el impuesto impactaría a un amplio sector vulnerable, sin distinción de estatus migratorio.
El impuesto del 3.5% a las remesas impuesto por Estados Unidos podría significar una reducción sustancial en los recursos económicos que reciben las familias hondureñas, afectando la economía doméstica y el desarrollo social del país. Esta medida se suma a la incertidumbre generada por las políticas migratorias estadounidenses y podría incentivar envíos precautorios o cambios en los canales de transferencia.
Contexto político y reacciones internacionales
La aprobación del impuesto forma parte de una serie de reformas fiscales y recortes presupuestarios promovidos por la administración Trump, que también incluyen recortes a Medicaid y a incentivos fiscales para energías limpias. El gobierno de México y otros países latinoamericanos han manifestado su desacuerdo, señalando que la medida constituye una doble tributación, ya que los migrantes ya pagan impuestos sobre la renta en Estados Unidos.
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, calificó la reducción del impuesto del 5% al 3.5% como un “primer avance importante para la defensa de la economía de nuestros migrantes y sus familias”, aunque advirtió que la lucha continúa en el Senado.
Tendencias y panorama para 2025
El flujo de remesas ya mostraba señales de desaceleración: en diciembre de 2024, se registró una caída anual del 4.9% en el monto recibido y una disminución del 3.8% en el promedio de cada envío. La entrada en vigor de este impuesto podría agravar la presión económica sobre millones de hogares en América Latina.
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