La Unión Europea aplaza ley anti deforestación por un año más

En una decisión que ha suscitado intensas reacciones, el Parlamento Europeo aprobó un aplazamiento de un año en la aplicación de la ley anti deforestación, acompañada de varias enmiendas que modifican aspectos clave de la normativa.

Este aplazamiento, que se extiende hasta el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas y hasta el 30 de junio de 2026 para las pequeñas y medianas empresas, se ha justificado por las preocupaciones expresadas por los países socios comerciales y los operadores económicos sobre su capacidad para cumplir con los requisitos establecidos.

La ley antideforestación, inicialmente diseñada para frenar la tala indiscriminada de bosques y proteger el medio ambiente, ha sido objeto de debate durante meses.

Las nuevas enmiendas incluyen la creación de una categoría de países considerados "sin riesgo" de deforestación, lo que implica que estarán sujetos a menos exigencias en comparación con aquellos que enfrentan altos niveles de deforestación.

Esta modificación ha generado críticas por parte de organizaciones ambientalistas, que advierten que podría debilitar significativamente la eficacia de la ley.

Reacciones encontradas

Organizaciones como Greenpeace calificaron estas enmiendas como un "paso atrás" en la lucha contra la deforestación, argumentando que cada minuto de retraso en la aplicación de la ley equivale a la pérdida de un campo de fútbol de bosque.

Se estima que el aplazamiento podría resultar en la destrucción adicional de 2.300 km² de bosque al año, lo que plantea serias preocupaciones sobre el impacto ambiental y climático.

Por su parte, el Partido Popular Europeo, que anteriormente apoyaba firmemente la ley, cambió su postura y respaldado tanto el aplazamiento como las enmiendas. Esta decisión refleja una creciente presión política y económica sobre los legisladores europeos para equilibrar las necesidades ambientales con las realidades del comercio internacional.

Un futuro incierto

    El aplazamiento y las modificaciones a la ley anti deforestación abrieron un debate crucial sobre cómo abordar la crisis ambiental global. Mientras algunos argumentan que se necesita más tiempo para implementar cambios significativos sin afectar a las economías locales, otros enfatizan la urgencia de actuar frente a una crisis climática inminente.

    Con esta decisión del Parlamento Europeo, queda por ver cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos meses y qué medidas se tomarán para garantizar un equilibrio entre desarrollo económico y protección ambiental.

    La comunidad internacional observa atentamente, ya que el futuro del planeta depende en gran medida del compromiso colectivo para frenar la deforestación y preservar nuestros recursos naturales.

    Honduras aliviada por la postergación

      La ley anti deforestación de la Unión Europea (EUDR) tiene como objetivo principal prohibir la importación y comercialización de productos que hayan contribuido a la deforestación. Esta normativa afecta a países fuera de la UE, ya que establece requisitos específicos para las empresas que deseen exportar ciertos productos al mercado europeo.

      Por ende en el caso de Honduras celebran ya que en ese periodo de tiempo continuarán exportando los productos como café, palma y cacao, mientras se establecen los requisitos de la ley.

      Principales aspectos de la ley para países no pertenecientes a la UE

      • Obligaciones de diligencia debida: Las empresas que importan a la UE deben demostrar mediante un sistema de trazabilidad y geolocalización que sus productos están libres de deforestación. Esto implica que deben tener un control riguroso sobre el origen de las materias primas y garantizar que se cumplan las leyes ambientales del país productor.
      • Categorías de riesgo: La ley introduce categorías para clasificar a los países según su riesgo de deforestación. Aquellos considerados "sin riesgo" podrán beneficiarse de menos requisitos, mientras que los demás deberán cumplir con normativas más estricta.
      • Impacto en el comercio internacional: La implementación de esta ley podría afectar significativamente el comercio con países productores, especialmente en América del Sur y Asia, donde la agricultura a menudo está vinculada a prácticas que contribuyen a la deforestación. Países como Brasil, Colombia e Indonesia han expresado preocupaciones sobre cómo estas regulaciones podrían impactar sus economía.
      • Prohibición de productos relacionados con la deforestación: La EUDR prohíbe la importación de productos como madera, café, cacao, aceite de palma, soja y ganado si su producción ha implicado la tala de bosques después del 31 de diciembre de 2020. Esto significa que los países exportadores deben asegurarse de que sus productos no provengan de tierras deforestadas o degradadas.
      • Plazos ajustados: Aunque la ley estaba prevista para entrar en vigor en 2024, su aplicación se ha aplazado hasta diciembre de 2025 para grandes empresas y hasta junio de 2026 para pequeñas y medianas empresas. Este tiempo adicional busca permitir a los exportadores adaptarse a las nuevas exigencias

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