Un operativo coordinado entre la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos (DNSPF) y la oficina de INTERPOL Honduras permitió la captura de un ciudadano salvadoreño de 38 años en el puesto fronterizo de El Amatillo, en el departamento de Valle.
El hombre, considerado un abusador sexual en serie, intentaba ingresar a territorio hondureño con el fin de evadir la justicia de su país.
Las autoridades confirmaron que el detenido era buscado activamente por la Policía Nacional Civil de El Salvador y tenía dos órdenes de captura pendientes por violación, además de estar vinculado a delitos de robo y extorsión. Su historial delictivo indica que durante varios años operó como taxista en la ciudad de San Miguel, donde aprovechaba su trabajo para identificar y atacar a mujeres que solicitaban sus servicios.
En 2016, el sujeto desvió la ruta de una pasajera bajo amenazas con arma de fuego y la llevó a un motel donde la agredió sexualmente. Luego le robó el teléfono y sus documentos personales. Dos días después, intentó repetir el mismo patrón con otra víctima, quien logró escapar y alertar a transeúntes, lo que permitió establecer el perfil de un agresor reincidente.
Ese mismo año fue detenido en flagrancia por la policía salvadoreña cuando exigía dinero a una persona bajo amenazas de muerte, un hecho que reforzó las sospechas de que también se dedicaba a la extorsión de comerciantes en la zona oriental del país.
El reciente arresto en territorio hondureño se logró gracias a los mecanismos de cooperación internacional entre las autoridades policiales de ambos países. Tras su detención, la Policía Fronteriza de Honduras inició el proceso de entrega formal al gobierno salvadoreño para que el imputado responda por los delitos que se le atribuyen.
La acción conjunta entre Honduras e INTERPOL demuestra la efectividad de los controles fronterizos y el compromiso de las autoridades en impedir que el país se convierta en refugio de delincuentes buscados por la justicia internacional.
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