En lo que va del año, Honduras registra hasta esta fecha cinco masacres con un saldo de 19 víctimas, informó Migdonia Ayestas, coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH). La cifra representa un aumento de siete víctimas en comparación con el mismo período de 2024.
El departamento de Olancho, especialmente el municipio de Catacamas, ha sido una de las zonas más afectadas, lo que ha generado mayor preocupación por la inseguridad. La violencia también se ha concentrado en Ocotepeque, Colón y Francisco Morazán.
Además, el número de muertes violentas de mujeres sigue en ascenso, con 36 casos reportados en lo que va del año.
Iglesia Evangélica pide desarme nacional
Ante el incremento de la violencia, la Confraternidad Evangélica de Honduras urgió al gobierno a implementar un desarme. Su presidente, José Gerardo Irías, advirtió que la facilidad para obtener permisos de armas ha descontrolado la situación, especialmente en Olancho.
Irías propuso declarar un estado de excepción y aplicar un desarme total en regiones con altos índices de criminalidad, como La Ceiba. También señaló la falta de autoridad y la corrupción como factores que permiten la expansión de la violencia y el narcotráfico.
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