El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió este lunes a las controvertidas elecciones presidenciales de Honduras del pasado 30 de noviembre, afirmando que apoyó a un candidato que «no estaba liderando en el recuento inicial pero ganó las elecciones».
Sus declaraciones apuntan directamente a Nasry «Tito» Asfura, del conservador Partido Nacional, a quien Trump respaldó públicamente durante la campaña.»Apoyé a alguien que no estaba liderando y ganó las elecciones», declaró Trump, en referencia al proceso hondureño que ha estado marcado por retrasos, suspensiones en el escrutinio y acusaciones de irregularidades.
El mandatario estadounidense agregó que Asfura «será un gran presidente» y que Estados Unidos «trabajará estrechamente con él para asegurar el éxito de Honduras». Según los últimos datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), con más del 99% de las actas escrutadas, Asfura mantiene una ventaja ajustada sobre su principal rival, Salvador Nasralla del Partido Liberal: aproximadamente 40,5% para Asfura frente a 39,2% para Nasralla, con una diferencia de alrededor de 42.000 votos.
El escrutinio especial de actas inconsistentes continúa, pero el proceso ha generado tensiones, con denuncias de fraude por parte de opositores y del oficialista Partido Libre, cuya candidata Rixi Moncada quedó en tercer lugar con cerca del 19%.Trump, quien intervino activamente en la campaña hondureña al endorsing a Asfura y advirtiendo sobre un posible «avance comunista» en el país, parece considerar la victoria del candidato nacionalista como un hecho consumado, a pesar de que el CNE aún no ha proclamado un ganador oficial.
El organismo tiene hasta finales de diciembre para emitir la declaratoria final. Las declaraciones de Trump reviven la polémica sobre la injerencia estadounidense en el proceso electoral centroamericano, en un contexto de estrecha contienda y desconfianza institucional.
Observadores internacionales, incluyendo la OEA, han llamado a agilizar el conteo y garantizar transparencia para evitar escaladas de tensión. Asfura, exalcalde de Tegucigalpa y empresario de origen palestino, ha recibido el respaldo explícito de Trump desde antes de los comicios, lo que ha sido criticado por sectores de izquierda como una interferencia directa.
Por su parte, Nasralla y el gobierno saliente de Xiomara Castro han cuestionado la legitimidad del proceso. Honduras permanece a la espera de la resolución oficial, mientras la comunidad internacional observa de cerca el desenlace de unas elecciones que podrían marcar un giro conservador en el país.
















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