Las muertes relacionadas a las altas temperaturas en Centroamérica aumentarán para finales del siglo si las emisiones de gases contaminantes se mantienen en altos niveles, advirtió un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Las muertes por temperaturas relacionadas con el clima se espera que aumenten entre un 3 y un 13 por ciento en Centroamérica, Europa meridional y Asia sudoriental para finales de siglo, si las emisiones de gases de efecto invernadero permanecen altos”, señala el informe elaborado por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) en el marco de la COP16 en Arabia Saudita.
El cambio climático genera eventos extremos como inundaciones, olas de calor, sequías y huracanes de mayor intensidad, que dejan a su paso consecuencias en el crecimiento económico, gasto público, pobreza y migración.
Centroamérica enfrenta a menudo períodos severos de sequía acompañados de altas temperaturas, seguidos de fuertes precipitaciones debido a su ubicación en el corredor seco, una franja que atraviesa de Guatemala a Costa Rica.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en esta franja viven más de 10 millones de personas, que dependen principalmente de las actividades agrícolas de subsistencia. Los cálculos de la agencia de la ONU señalan que 80 % de los hogares viven en pobreza y se ven obligados a migrar.
Entretanto, las altas temperaturas afectan las funciones vitales de las personas al provocar mareos, deshidratación o insolación. Debido al fenómeno climático de El Niño, los países centroamericanos se enfrentaron este año a olas de calor, con récords de más de 40 grados.
El mundo se queda con menos agua y tierras fértiles
El informe de la ONU plantea también que más del 75 % de la superficie terrestre a nivel mundial ha sufrido un proceso de aridez en los últimos 30 años, por lo que las zonas áridas ahora cubren el 40 % de la superficie del planeta.
“Grandes zonas de América Latina y Central, África subsahariana y Asia oriental muestran grandes áreas que se vuelven más secas con el tiempo en las simulaciones históricas influenciadas por el hombre, en comparación con un período de referencia de 1881-1910”, añade el reporte de CNULD.
Además, el estudio plantea que alrededor del 77.6 % de la Tierra experimentó condiciones más secas en las últimas tres décadas antes de 2020 en comparación con los 30 años previos al período de evaluación. En ese ciclo, el suelo seco se expandió en 4.3 millones de kilómetros cuadrados.
La agencia de la ONU advirtió que, si no se frenan las emisiones de gases de efecto invernadero, para finales del siglo el 3 % de las zonas húmedas del mundo se convertirán en tierras secas. Asimismo, más de dos tercios de la tierra del planeta almacenará menos agua, con excepción de Groenlandia y la Antártida.
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