En un gesto diplomático que subraya la continuidad de las relaciones entre Honduras y Chile, la presidenta Xiomara Castro extendió este lunes sus felicitaciones al ultraderechista José Antonio Kast, quien asumió formalmente la presidencia de la nación sudamericana en el Palacio de La Moneda.
El mensaje oficial, emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional (SRCI), destaca el «deseo de profundizar los lazos de amistad y colaboración» entre ambos países. «Reciba usted, Excelentísimo Señor Presidente, en nombre del pueblo y del Gobierno de la República de Honduras, mis más sinceras felicitaciones por su investidura como Presidente de la República de Chile.
Que su gestión sea fructífera en beneficio de la prosperidad y el bienestar de su noble pueblo», reza el texto completo compartido en redes sociales por la Cancillería.
La felicitación llega en un contexto de transición política en Chile, donde Kast, líder del Partido Republicano, derrotó al candidato oficialista en las elecciones presidenciales del 7 de diciembre con el 51,8% de los votos, según datos del Servicio Electoral (Servel). Su agenda conservadora, centrada en seguridad, migración y economía liberal, contrasta con el perfil progresista de Castro, pero no ha impedido este intercambio protocolar.
Desde Tegucigalpa la mandataria reafirmo que busca mantener canales abiertos para temas como comercio, migración y cooperación en foros multilaterales como la CELAC y la OEA. Honduras y Chile mantienen relaciones estables desde 1823, con un intercambio comercial modesto pero creciente, impulsado por exportaciones agrícolas y manufacturas.
Analistas regionales ven en esta felicitación una señal de pragmatismo por parte de Castro, quien ha priorizado la diplomacia activa en su mandato, incluyendo acercamientos con gobiernos de diversos espectros ideológicos. Kast, por su parte, ha respondido con un mensaje de reciprocidad, expresando interés en fortalecer alianzas en el Pacífico.
Este intercambio ocurre mientras América Latina enfrenta desafíos comunes como la inflación, la inseguridad y las tensiones geopolíticas, lo que podría abrir puertas a nuevas agendas bilaterales.

















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