El Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que solo cinco partidos políticos participarán en las elecciones generales programadas para noviembre, una decisión que ha generado malestar entre varias organizaciones emergentes que no lograron cumplir con los requisitos establecidos. Los partidos habilitados para competir son el Partido Nacional, Liberal, Libre, Pinu y Democracia Cristiana.
Entre las agrupaciones excluidas se encuentran el Partido Salvador de Honduras (presente en 91 municipios), Orden (en 186 municipios), Todos Somos Honduras (en 118 municipios), Alianza Patriótica (en 188 municipios), el Partido Anticorrupción (en 52 municipios) y el partido Naranja. Estas formaciones políticas han expresado su descontento, argumentando que enfrentaron condiciones desfavorables durante el proceso de validación.
La diputada Fátima Mena criticó la situación, señalando que existen intereses ocultos detrás de esta decisión. Como representante de una de las fuerzas políticas afectadas, afirmó que su colectividad es la cuarta más importante en el Congreso y que hay evidentes intenciones de favorecer a los partidos tradicionales, limitando el acceso de nuevas opciones políticas. Mena consideró que el CNE debería haber otorgado una prórroga para permitir a estas organizaciones completar sus trámites, destacando que en el pasado se concedieron múltiples extensiones al bipartidismo dominante.
Por su parte, Carlos Umaña, representante del Partido Salvador de Honduras, aseguró que cumplieron con todos los requisitos exigidos y denunció que la exclusión responde a una estrategia de los partidos consolidados para distribuirse los recursos y mantener el control político. Umaña también criticó la falta de apoyo técnico durante el proceso, lo que puso en desventaja a las agrupaciones más pequeñas frente a las estructuras ya establecidas.
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