José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, se convirtió en el próximo presidente de Chile al obtener el 58,16% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, frente al 41,84% de la candidata izquierdista Jeannette Jara, según datos oficiales del Servicio Electoral (Servel) con casi el 100% de las mesas escrutadas.
Esta victoria marca el regreso de la ultraderecha al poder desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990 y representa un giro conservador en Sudamérica. Kast asumirá el cargo el 11 de marzo de 2026, en un contexto de alta preocupación por la inseguridad y la migración irregular.
Kast superó por más de dos millones de votos a Jara, quien reconoció su derrota y llamó al ganador para desearle éxito, enfatizando el respeto a la voluntad popular. En la primera vuelta del 16 de noviembre, Jara lideró con 26,85%, seguida por Kast con 23,92%, en unos comicios con voto obligatorio por primera vez. La campaña se centró en promesas de mano dura contra el crimen organizado y la inmigración ilegal, temas que preocupan al 87% de los chilenos.

Ante miles de seguidores, Kast pidió «sabiduría, templanza y fortaleza» para enfrentar un «año muy duro» económico, convocando a la unidad para recuperar valores y orden en calles y fronteras. Propone cárceles de máxima seguridad, muros fronterizos de cinco metros y expulsión inmediata de migrantes irregulares, moderando su retórica sobre temas como el pinochetismo o el aborto para ampliar su base. El presidente saliente Gabriel Boric felicitó a Kast en una llamada pública y ofreció colaboración para una transición ordenada.
Estados Unidos, bajo Donald Trump, celebró el triunfo por priorizar seguridad y comercio bilateral. Líderes como Javier Milei de Argentina lo tildaron de «aplastante» y prometieron alianza contra el socialismo, mientras Lula da Silva de Brasil y Pedro Sánchez de España enviaron saludos formales. Esta elección, con un Parlamento fragmentado, desafiará a Kast en economía –con inflación al 3,7% anual– y recortes fiscales de 6.000 millones de dólares.





















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