La presidenta Xiomara Castro destituyó este 3 de diciembre de 2025 al ministro de Educación, Daniel Sponda, nombrando en su lugar al viceministro Jaime Rodríguez como titular interino de la Secretaría de Educación. El anuncio se produjo a través de un mensaje en la red social X de la mandataria, quien expresó agradecimiento por la labor de Sponda hasta esa fecha, sin detallar motivos oficiales. Esta decisión ocurre en el contexto postelectoral de las elecciones generales del 30 de noviembre, donde el Partido Libertad y Refundación (Libre), de Castro, enfrenta una derrota según datos preliminares del Consejo Nacional Electoral.

Contexto del Incidente
Sponda, activista de Libre desde 2022 y parte del gabinete inicial de Castro, publicó horas antes de su remoción un mensaje felicitando a su esposa, Erika Urtecho, diputada del opositor Partido Liberal reelegida por Gracias a Dios con más de 16.000 votos. En el post, destacó el «hito histórico» de la reelección consecutiva en la región miskita, criticando implícitamente campañas basadas en «mentiras y dinero», lo que generó interpretaciones de quiebre de lealtad partidaria. Previamente, Sponda había reconocido públicamente la derrota de Libre y llamado a la profesionalidad en la transición, alineándose con otros funcionarios como Octavio Pineda de Infraestructura.


Trayectoria de los Protagonistas
Daniel Sponda asumió en enero de 2022, impulsando iniciativas como donaciones de equipos tecnológicos a escuelas, aunque enfrentó críticas previas por presuntas fallas en reformas educativas. Erika Urtecho, hija de la exdiputada Carolina Echeverría, representa un triunfo opositor en una zona históricamente abandonada. Jaime Rodríguez, ahora ministro por ley, era viceministro y asume sin mayores detalles sobre su perfil público.
Reacciones y Análisis Político
Desde Bruselas, Sponda aceptó la notificación, cuestionando si el despido se debió al mensaje sobre su esposa y definiéndolo como su «mayor pecado» al enamorarse de ella. Analistas ven la remoción como represalia por no alinearse al discurso oficialista de presunto fraude electoral, evidenciando fracturas en Libre ante el «voto de castigo» por corrupción, promesas incumplidas y polarización. El gobierno, a 50 días de finalizar, enfrenta presiones internas en un conteo de votos aún en curso.













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