La propaganda electoral en Honduras para las elecciones generales de 2025 comenzó oficialmente el 1 de septiembre y se extiende hasta el 24 de noviembre a las 11:59 p.m., antes del inicio del silencio electoral que termina con la votación el 30 de noviembre. Este período, de aproximadamente 86 días, es cuando los candidatos y partidos políticos pueden promover públicamente sus mensajes, propuestas y figuras de cara a las elecciones.
Invasividad de la propaganda electoral
La propaganda electoral en Honduras se caracteriza por ser altamente invasiva y penetrante en la vida cotidiana de la población. Los mensajes se difunden masivamente a través de medios tradicionales como la televisión, la radio, periódicos, vallas publicitarias, correos electrónicos y llamadas telefónicas.
Sin embargo, un aspecto particularmente preocupante es el vacío legal existente respecto al uso de las redes sociales, donde la propaganda política se mantiene sin restricciones claras, lo que permite a los partidos y candidatos continuar con un bombardeo persistente de mensajes, incluso durante el período de silencio electoral. Esto contribuye a saturar el espacio público y la privacidad de los ciudadanos, generando desgaste y un ambiente polarizado, en muchos casos cargado de discursos de odio y ataques personales más que de propuestas sustantivas.
Sanciones establecidas para el incumplimiento
La Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas de Honduras establece sanciones para quienes infrinjan el período autorizado para la propaganda electoral, incluyendo multas de hasta cincuenta salarios mínimos.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene la potestad de dictar reglamentos para controlar la equidad y el cumplimiento de la normativa, y está facultado para imponer las sanciones correspondientes ante cualquier violación, incluyendo la realización de propaganda fuera del periodo establecido o durante el silencio electoral.
No obstante, la falta de normativa específica para la propaganda digital limita la capacidad de sancionar efectivamente en plataformas como Facebook, Instagram o X, donde los mensajes políticos pueden continuar difundidos sin control institucional durante los días previos a la elección, un hecho que pone en evidencia la necesidad urgente de reformar la ley para adaptarse a los nuevos canales de comunicación.
Contexto político y electoral
Este contexto de alta invasividad en la propaganda electoral se da en medio de una competición electoral reñida, con tres principales candidatos presidenciales y un electorado altamente polarizado y cansado de la violencia política y la falta de propuestas claras. La manipulación mediática y el uso intensivo de campañas de desprestigio marcan esta contienda, mientras el CNE y otros organismos intentan garantizar el cumplimiento de las reglas en medio de un clima de desconfianza ciudadana.
En síntesis, la propaganda electoral en Honduras 2025 es extensa y agresiva, invade los espacios públicos y digitales de manera saturante, y aunque existen sanciones legales para controlar su uso indebido, las lagunas legales especialmente en redes sociales limitan su eficacia, reflejando un reto para la democracia hondureña en un proceso electoral fundamental para el país.


















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