La reciente elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como Papa León XIV ha generado gran emoción en Honduras, país que tuvo el honor de recibirlo en una visita pastoral en 2012, cuando aún no ocupaba el máximo cargo de la Iglesia Católica.
Una visita memorable en Cofradía, Cortés
Prevost, entonces padre general de la Orden de San Agustín, llegó a Honduras con el propósito de visitar a los agustinos de Centroamérica. Durante cuatro días en Cofradía, departamento de Cortés, presidió la Santa Eucaristía en la iglesia Nuestra Señora del Carmen y encabezó una procesión solemne con la imagen de San Nicolás de Tolentino, culminando con la entronización en el convento agustiniano local que lleva el nombre del santo.
El párroco Luis Alonso García, quien acompañó al cardenal en esa visita, recordó la humildad, sencillez y cercanía de Prevost con la comunidad: “Se nota que es una persona serena, con mucha humildad y sabiduría. Eso es lo que nos llena de gozo y nos emociona profundamente”.
Un mensaje de esperanza y compromiso social
Durante su homilía en la parroquia, Prevost dirigió un mensaje apasionado a la juventud hondureña, instándola a ser agentes de transformación frente a la violencia y exclusión que aquejaban al país. “Jesucristo está llamando a ustedes hoy a ser parte de ese cambio, a ser parte de esta transformación de su país, de América Latina, de nuestro mundo”, afirmó, dejando una huella espiritual imborrable en los fieles.
Su llamado a la unidad y la fe como caminos para superar las dificultades resuena hoy con más fuerza, marcando el tono pastoral que podría caracterizar su pontificado.
El nuevo Papa y su legado
Tras la muerte del Papa Francisco en abril de 2025, Robert Francis Prevost fue elegido Papa León XIV en el segundo día del cónclave, siendo el 267º pontífice de la historia. Su nombramiento fue anunciado con la tradicional fórmula “Habemus Papam” desde el balcón de la Basílica de San Pedro, generando gran alegría entre los fieles7.
La Iglesia Católica de Honduras celebró su elección con esperanza, reconociendo en León XIV a un líder cercano, humilde y comprometido con los desafíos sociales y espirituales de América Latina.
La visita del Papa León XIV a Honduras en 2012 no solo fue un evento histórico para la comunidad agustiniana y los fieles de Cofradía, sino que también anticipó un pontificado que promete estar marcado por la sencillez, la cercanía con el pueblo y un fuerte compromiso social. Su experiencia en Honduras y su mensaje de esperanza para la juventud latinoamericana son un legado que ahora, desde el Vaticano, podrá impulsar a nivel global.
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